La toxina se utiliza sobre todo en el tercio superior de la cara para conseguir efectos de mejora en las arrugas de expresión situadas en la frente, entrecejo y patas de gallo.

 

También es útil para arrugas en la base de la nariz y sonrisa gingival, para conrtolar el bruxismo y también para tratar la sudoración excesiva (Hiperhidrosis), que puede producirse en áreas localizadas como palmas, plantas y axilas.

El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra en distintas partes de nuestro organismo de forma natural.

Por lo que se refiere a nuestra piel y, generalmente, debido al paso de los años o a ciertas enfermedades, nuestros organismos dejan de producirlo naturalmente o lo producen en menor cantidad. En consecuencia, la piel pierde elasticidad, vitalidad y firmeza.
 

Se puede utilizar en prácticamente todas las zonas del rostro: para tratar la ojera o los ojos hundidos, así como la flacidez alrededor de los ojos. para el diseño de los labios o de la nariz (rinomodelación), el surco nasogeniano, para las arrugas faciales o cercanas a los ojos, en las cejas y la frente, para tratar la mandíbula, afinándola o agrandándola según la preferencia del paciente, para rejuvenecer las manos, en las mejillas o los pómulos hundidos.

A partir de los 25 años, la producción de colágeno disminuye, con esta disminución es natural que pierda gradualmente el brillo y firmeza de la misma, dejando el rostro sin su contorno natural.

Los bioestimuladores son sustancias inyectables que estimulan las células de fibroblastos del cuerpo en la producción de colágeno. Son esenciales para el mantenimiento o rescate de la piel y firmeza de la piel.

La gran ventaja es que estas sustancias son biocompatibles y bioabsorbibles, ya que no dañan el cuerpo y se absorben sin perjudicar el organismo. El resultado es una apariencia natural. El procedimiento suaviza los signos del envejecimiento y trata la flacidez de la piel.

El colágeno formado en la región de aplicación tiene una duración de aproximadamente dos años